La civilización Inca, que floreció en la región andina de América del Sur, tenía una profunda reverencia por los cuerpos celestes, siendo el Sol y la Luna dos de las entidades más veneradas en su cosmología. Ambos desempeñaban roles fundamentales en sus creencias religiosas, organización social y rituales.
Inti - El Dios Sol:
Deidad Principal: Inti era considerado el dios más importante del panteón inca. Como dios del Sol, se lo veía como el dador de vida y una deidad benevolente, que nutría los cultivos y proporcionaba calor.
Festivales: El festival más notable dedicado a Inti era el Inti Raymi, el Festival del Sol. Celebrado durante el solsticio de invierno, era una ocasión de festines, danzas y sacrificios para asegurar buenas cosechas y el regreso del Sol.
Iconografía: El disco solar dorado era un símbolo recurrente asociado con Inti. Los gobernantes incas, considerados descendientes de Inti, lo llevaban como emblema de su linaje divino.
Templos: El templo más famoso dedicado a Inti era el Coricancha (Qoricancha), ubicado en Cusco, la capital inca. Se decía que era una estructura magnífica con paredes recubiertas de oro.
Mama Quilla - La Diosa Luna:
Importancia: Mama Quilla era la hermana y esposa de Inti. Se la consideraba una deidad protectora, que cuidaba de las mujeres y supervisaba el matrimonio y el ciclo menstrual.
Eclipses: Los eclipses lunares eran motivo de particular preocupación para los incas. Creían que durante un eclipse, un animal celestial atacaba a Mama Quilla. Para ahuyentar esta amenaza, gritaban, lanzaban armas e incitaban a sus perros a ladrar y aullar, tratando de asustar a la bestia.
Templos y Rituales: Mama Quilla tenía sus propios templos, donde sacerdotisas, mujeres elegidas conocidas como "Aclla Cuna" o "Vírgenes del Sol," realizaban ceremonias y rituales en su honor.
Iconografía: Mama Quilla era frecuentemente representada como un disco de plata, simbolizando la brillante luna.
Dualidad en la Cosmología Inca:
La cosmovisión inca estaba profundamente arraigada en el dualismo, reflejado en su veneración tanto del Sol como de la Luna. Esta dualidad representaba el equilibrio armónico en la naturaleza y la sociedad.
Inti y Mama Quilla encarnaban este equilibrio cósmico. El Sol, con su intenso calor y luz, se equilibraba con el resplandor fresco y reconfortante de la Luna.
Conocimiento Astronómico:
Los incas poseían un conocimiento avanzado de los patrones celestes. Utilizaban este conocimiento con fines agrícolas, determinando los tiempos de siembra y cosecha según las posiciones del Sol, la Luna y las estrellas.
Construyeron estructuras, como la piedra Intihuatana en Machu Picchu, que posiblemente se usaban para fines astronómicos y ceremoniales, alineándose con el Sol o la Luna durante los solsticios y equinoccios.
Organización Social:
El rey inca, conocido como el Sapa Inca, era considerado un descendiente directo de Inti. Este linaje divino le otorgaba la autoridad para gobernar y era central en la sociedad teocrática de los incas.
En conclusión, el Sol y la Luna no eran simplemente entidades celestiales para los incas, sino que estaban en el centro de su comprensión del cosmos, la vida y la sociedad. Sus movimientos y fases gobernaban festivales, rituales y actividades diarias, mostrando la profunda conexión que los incas sentían con los cielos.